Los microorganismos antagonistas
(bacterias, levaduras y hongos) tienen la capacidad de ejercer un efecto de
control biológico sobre diferentes patógenos de interés y se han empleado para
controlar diversas enfermedades en frutos y vegetales En los últimos años, el
control biológico ha sido objeto de estudio y ha demostrado ser efectivo en el
control de enfermedades postcosecha; la superficie del fruto o fructoplano es
el mejor lugar para el aislamiento de microorganismos antagonistas, los cuales
pueden suprimir el desarrollo de la enfermedad en el fruto . También se ha reportado que la superficie de las hojas
(filoplano) constituye otra fuente para el aislamiento de antagonistas.
Para seleccionar a los microorganismos antagonistas se deben
considerar las siguientes características generales:
a) capacidad para
colonizar rápidamente la superficie de los frutos y de persistir en ellas de
manera efectiva.
b) mayor habilidad que el patógeno para adquirir los
nutrientes.
c) capacidad de sobrevivencia bajo diferentes condiciones
ambientales.
Por otra parte, se deben considerar
otras características específicas del microorganismo antagonista, siendo las
más importantes: su estabilidad genética, efectividad a bajas concentraciones,
no exigente en requerimientos nutricionales, capacidad de sobrevivir a las condiciones
adversas del medio ambiente, efectividad para un amplio rango de
microorganismos patógenos en una variedad de frutos y hortalizas, capacidad de
reproducirse en medios de crecimiento económicos, que se mantenga en una
formulación durante un largo período de vida, que sea fácil de aplicar sin
producción de metabolitos secundarios que causen daños a la salud humana,
resistente a los fungicidas y compatible con los procedimientos comerciales y
no patogénico sobre el hospedero . Es importante
comprender el mecanismo de acción de los antagonistas para un mejor uso de los
mismos, y para la selección de nuevos antagonistas efectivos. Hasta ahora, los
conocimientos sobre los mecanismos de acción involucran: la antibiosis, producción
de enzimas líticas, parasitismo, competencia por los nutrientes y espacio e
inducción de resistencia. Cabe destacar que en general más de un mecanismo
puede estar implicado en el efecto de biocontrol .